Los cereales integrales son alimentos que ejercen un efecto de protección contra el cáncer y el consumo regular de tres raciones al día (unos 90 g/día) se ha asociado a la disminución en un 17% del riesgo de cáncer de colon.
El caso del tumor mamario
Recientemente varios metanálisis han confirmado el papel de protección de los cereales integrales también contra otros tipos de tumores, entre los cuales el de mama. De los estudios se desprende que las mujeres que siguieron una dieta basada en una ingesta regular de cereales integrales mostraron un riesgo de cáncer de mama inferior en un 16% respecto a las que los consumieron en cantidades muy bajas o nunca. Además, cada aumento de 50 g al día en la ingesta de cereales integrales se relacionó con un riesgo de cáncer de mama inferior en un 17%. Esta acción de protección para reducir el riesgo de enfermedad, ejercida por los cereales integrales, se atribuye en parte a la presencia de fibra y fitoestrógenos, principalmente isoflavones, que regulan la respuesta hormonal reduciendo el nivel de estrógenos circulantes, inhibiendo su reabsorción por parte del intestino y facilitando su eliminación con las heces. Sin embargo, gran parte de la acción antitumoral se atribuye a las abundantes concentraciones de sustancias fitoquímicas, principalmente ácidos fenólicos, carotenoides, alquilresorcinoles (AR), fitoesteroles, lignanos, antocianos presentes en las distintas variedades de cereales que poseen importantes propiedades antioxidantes, antitumorales y antiinflamatorias. Varios estudios experimentales han demostrado que estos componentes bioactivos ejercen su actividad antitumoral tanto regulando el sistema inmunitario como inhibiendo la proliferación de las células y la progresión de las células cancerígenas, combatiendo así la formación de metástasis del cáncer de mama. En otras palabras, el consumo de cereales integrales es indicado tanto para la prevención como en caso de diagnóstico de un tumor mamario.
Elección de los cereales
Existe un amplio abanico de cereales entre los cuales se incluyen arroz, sorgo, mijo, avena naturalmente sin gluten, cebada, espelta, centeno y trigo, destacando desde el punto de vista nutricional las variedades antiguas como por ejemplo el trigo Khorasan, el Gentilrosso y el Cappelli. Varios estudios indican que los cereales antiguos, cultivados de forma ecológica, son mucho más ricos en sustancias polifenólicas y ácidos fenólicos respecto a trigos de variedades modernas. Además, desde hace tiempo es sabido que los cereales cultivados utilizando fitofármacos son una fuente de exposición a compuestos cancerígenos que se encuentran como residuos en los productos finales. Uno de los compuestos que se pueden encontrar como residuo en la pasta y las harinas es el glifosato, el herbicida clasificado como probable cancerígeno por la Agencia internacional del cáncer (IARC) y que puede llegar a afectar la salud de forma muy preocupante, por su efecto en el intestino. De hecho, un reciente estudio ha puesto de manifiesto que el glifosato puede reducir las especies bacterianas consideradas beneficiosas, entre las cuales el Lactobacillus spp. perteneciente a los lactobacilos, y el Butyricicoccus spp. que es un importante fabricante de butirato, un ácido graso de cadena corta que desempeña una acción antiinflamatoria y es esencial para todo el sistema inmunitario, estrictamente relacionado con el bienestar y el equilibrio de la microbiota intestinal.
La cocción de los cereales
La última curiosidad acerca de los cereales está relacionada con su cocción. Al comparar varios métodos de cocción de distintos cereales, a menudo se ha observado un aumento significativo de ácidos fenólicos, ácido vanílico, siríngico y ferúlico, así como del contenido antioxidante total. Por lo tanto, los cereales integrales son sin duda una elección saludable, sobre todo si son ecológicos: así se aprovechan mejor sus propiedades.
- https://www.aicr.org/news/new-report-finds-whole-grains-lower-colorectal-cancer-risk-processed-meat-increases-risk/
- Nutrients 2019, 11, 1769; doi:10.3390/nu11081769
- J Neuroendocrinol . 2019 Sep;31(9):e12731. doi: 10.1111/jne.12731. Epub 2019
- Environ Health 17, 50 (2018). doi.org/10.1186/s12940-018-0394-x
- Journal of Chromatography A, 1218 (2011) 7670–7681